viernes, 24 de agosto de 2012

Marcello 3


Esta es la entrega final dedicada a la obra del arquitecto arequipeño Marcello Berolatti. Las dos primeras estuvieron dedicadas a su apuesta por la arquitectura vernacular y a la conversión de edificios exitentes a edificios académicos respectivamente. El presente post se enfoca en la vivienda unifamiliar de clase media, y la respuesta del arquitecto tanto a las limitaciones económicas y culturales del medio como las limitaciones que se auto impone un arquitecto al diseñar su propia vivienda.

CASA ESTUDIO BEROLATTI (2009-10)  


Diseñar la casa propia es a la vez, para todo arquitecto,  un sueño y una pesadilla. Y es que nadie conoce sus necesidades personales como el propio arquitecto, pero al plasmar su diseño debe encontrar el balance perfecto entre funcionalidad y belleza, el equilibrio entre algo que mostrar a los clientes y amigos (como lo hizo Frank Lloyd Wright en Oak Park) o más bien buscar el refugio austero que permita al proyectista concentrase sin distracciones (a la manera de Luis Barragán en México).


- ¿Qué retos implican para un arquitecto el diseñar su propia vivienda?





En un terreno irregular y de topografía agreste Berolatti dispone dos paralelepípedos en los que acomoda su estudio arquitectónico y su vivienda.

 La fachada del estudio presenta una celosía de madera, lo que indica la calidad bioclimática del interior.


 
Un detalle interesante al interior del estudio es la ventana en forma de cinta lateral, que ofrece magníficas vistas de la campiña circundante pero que está alineada a la altura de un usuario sentado (un gesto que me recuerda a muchos restaurantes japoneses, que tienen las ventanas hacia el jardín a la altura de los ojos del comensal sentado). “Es un premio para los que trabajan” bromea Marcello. “Los que están de pie sólo ven los techos de las construcciones vecinas”.



La casa está precedida por una explana de césped, que se asienta sobre una antigua terraza agrícola. Aprovechando la topografía, desde afuera este patio está definido por un cerco alto, pero desde adentro, éste sólo es un parapeto de 80 cm.




 

La casa presenta una fachada modesta hacia la calle y explota sus mejores visuales hacia este jardín, logrando ambientes soleados y bien proporcionados.




La casa en sí no es muy profunda, pero se amplía espacialmente gracias a juegos de múltiple altura en la zona de la sala.



Dos vistas de la sala: Izquierda, una lámpara por Ana María González. Derecha, una pintura de José Alvarez.

Hacia atrás, la circulación es nuevamente una escalera lineal y transparente ubicada bajo un pozo de luz alargado, lo cual permite una lectura clara del espacio interior.



- ¿Cuáles son los conceptos de diseño que has aplicado en tu casa-estudio?











CASA VERTICAL (2011-12)



Esta casa se ubica en el distrito de Cayma, en un estrecho lote de 18 x 8 m y con una pendiente de 45°. La casa se desarrolla teniendo a la circulación como eje de la composición. Esta se evidencia en un muro curvo que transcurre longitudinalmente al lote y que aparece dramáticamente en la fachada.


La escalera asciende junto al muro curvo de concreto visto, que hace su aparición cortando la fachada. La luz cenital acompaña la ascensión, y dramatiza la textura del muro de concreto, contrastando con la blancura del resto de la casa. La circulación va hilvanando ambientes sociales tangenciales en los tres niveles.





En el segundo nivel hay un despliegue de elementos simples que conforman un conjunto equilibrado de gran calidad visual: la composición de la columna, el parapeto y las barandas me evocan detalles de las obras de Richard Meier y su juego de volúmenes bajo la luz (como diría Le Corbusier).


A pesar de las limitaciones del terreno se logra una equilibrada respuesta, solvente y sin aspavientos.







Como docente de arquitectura, ¿qué criterios recomendarías a los estudiantes que se adentran a la profesión?
Hace dos días conversaba con los alumnos recién egresados este año y lo que les recomendé fue principalmente que no sucumbieran ante la vorágine de las inversiones inmobiliarias que muchas veces lo que logran no es otra cosa que destrozar la ciudad. Hablábamos también de la tradición, de la cual tenemos mucho que aprender; hablamos de la técnica, que hay que saber utilizar, aprovechar; y hablamos de la ciudad, de la gran responsabilidad que tiene el arquitecto en la ciudad, con los espacios públicos, y que el arquitecto es en gran parte responsable de que la ciudad sea más humana, dependiendo por ejemplo de cuán abiertos al espacio público sean los edificios.Por último estuvimos de acuerdo en que nada de esto tiene sentido si no está basado en una fuerte y profunda reflexión.



 

No hay comentarios:

 
ir arriba